Mis grandes compañeros inseparables que recorrieron este camino conmigo, fueron los Arcángeles y mi Ángel Guardián que llenaron mi corazón de pensamientos traducidos a palabras que compusieron este libro, al que yo particularmente considero un ensayo de una serie. A propósito, mi Ángel me corregía acerca de esta página y me decía en sueños: “Vicente, si te preguntas como Pilatos que imitaba a los gnósticos preguntando ¿Qué es la Verdad? Encontraras que la respuesta es una verdad relativa. Si buscas el camino en la forma en que Nietzsche en su ateísmo lo busco, encontraras que ¡No hay camino! Y si piensas como los materialistas lo hacen, encontraras que no hay otra vida, solo ésta, en la que deberás disfrutar de ella, amasando fortuna y buscando auto complacerte. Sin embargo; ¡Sí hay camino! Jesús es l a verdad de este camino que te ofrece la vida a su lado. Los caminos de la vida son diferentes para cada uno de ustedes, como diferente es vuestra relación personal con Dios, pero todo origen y final se llevan a cabo en él. ¡Jesús es el camino, la verdad y la vida!”
Quise mantenerme a un lado de todo debate religioso o filosófico y cuando mencioné Logias e Iglesias, lo hice en un plan literario dejando en ustedes, la libertad para interpretar entre la realidad y la fantasía, sin la intención de imitar a otros escritores que hacen mención de supuestas actividades tenebrosas realizadas por grupos como el Opus Dei, sin siquiera tratar de entender la mística de esta Prelatura y la callada labor de sus miembros mediante su estilo de vida cristiana que realizan para “La Gloria de Dios”. Aunque no es mi intención en este libro, tratar de encontrar nexos o similitudes, debo decir que esta labor realizada por ellos en el Opus Dei, va en gran concordancia con el lema de la Orden Templarla de monjes guerreros que dice: "No Nobis Domine, No Nobis, Sed Nomine Tu Da Gloriam" Es decir: "No a nosotros Señor, no a nosotros; ¡A tu nombre da la Gloria!"
De hecho este estilo de mencionar hechos y relacionarlo con otros grupos e iglesias, es parte del estilo literario que he utilizado para fantasear en otros temas. En otros temas, también criticare con amor, algunas supuestas acciones realizadas por jerarcas religiosos, en hechos que pudieron haber sucedido y a los cuales mi imaginación o mis fuentes permanente a las que llamo “Mis Ángeles” me instruyen y dictan en mi mente, señalando y condenando no a Iglesias o Grupos, sino a la fuente maligna que parece estar detrás de todos los actos que ofenden a Dios y que son orquestados por Satanás o “El Demonio” que junto con Luzbel y Belcebú y sus ángeles rebeldes conforman “La Bestia” señalada en la Biblia.
Criticar y corregir con amor es parte de nuestra obligación de cristianos que al igual en que Santa Teresa de Ávila en su tiempo, confrontó en forma valiente, al Papa de Aviñón y le pidió su renuncia para evitar el sismo que amenazaba a la Iglesia Católica, dividida en ese entonces con otro Papa en Roma. De igual forma, Dorothy Day, fundadora del “Trabajador Católico? en Estados Unidos, escribía en defensa de inmigrantes y desempleados viviendo en las calles de las más importantes ciudades de este gran país, principalmente en Nueva York, ciudad en la cual vivía en comunidad con un gran grupo de gente sin hogar, a los cuales vestía y alimentaba y que por ese motivo era también acusada de comunista.
Ella solía responder cuando se le acusaba no solo por grupos contrarios a la Iglesia Católica sino además por los mismos católicos que le pedían dejara de escribir y simplemente les contestaba: "Mi obispo no me lo ha pedido; El día que él lo haga, dejare de hacerlo en obediencia a su autoridad espiritual" Su Obispo nunca le pidió que dejara de hacer lo que hacia ni de escribir lo que pensaba.
Siguiendo los pasos de esta maravillosa mujer camino al salón espiritual de la fama que es la santidad, Rose Mary Badami, ha sido para mí como una madre espiritual en Houston por cerca de 24 años y a ella también quiero expresar mi profundo agradecimiento, por la inmensa ayuda indirecta que me ha proporcionado para realizar este libro, y haberme permitido convivir con los laicos de esta comunidad que ella dirige, en la cual he enriquecido mi vida espiritual.
A todos ustedes que van a leer mis paginas, les propongo compartirlas con otros, y aunque no sea el camino de ustedes por recorrer, encontraran en este pequeño ensayo de literatura fantástica, las motivaciones y pensamientos que les ayudaran a recorrer el de ustedes.
EL AUTOR
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